miércoles, 22 de enero de 2014

Los ojos de una madre frente a su hijo con TDAH

Hola soy un niño de 13 años, me gustaría que me entendieran el cómo me siento cada día, cuando me levanto por la mañana y tengo que ir al colegio mi gran deseo es que mi día sea bueno, pienso? espero que en mi cartera lleve todos mis deberes hechos, espero que hoy no me castiguen....espero que me tengan en cuenta,,, espero que mis profesores entiendan que soy un niño que muchas veces no pienso y actúo sin darme cuenta porque  mi impulsividad no me hace parar a pensar "siempre pienso siempreee "  pero pocas veces me salen bien las cosas,, hay profesores que no me comprenden que no entienden que yo tengo dificultades, "me cuesta estar atento," me cuesta apuntar los deberes,,, muchas veces hago los deberes pero nunca me felicitan por ello,, hay quien no me los valora porque  voy a un centro donde me enseñan el cómo los tengo que hacer,, me enseñan a organizarme,, y de que me sirve? en el colegio me dicen que no me los valoran por que los hago en el centro y se piensan que me los hacen,,, están dudando de profesionales están dudando también de mi madre,,, hoy tengo que presentar un trabajo de 15 páginas y según mi profesor lo tenía que hacer a mano,,  no he podido me cuesta concentrarme delante del ordenador,, me cuesta resumir lo que quiero poner,,, y al final lo he hecho con ordenador,, hoy voy asustado al colegio por que se que me van a reñir porque mi profesor no va a tener en cuenta mi esfuerzo si no va ver que he hecho el trabajo en ordenador,, este trabajo me ha costado mucho y creo que merezco el reconocimiento,,, es una recuperación no es un castigo y creo que si lo hubiera hecho a mano esto se hubiera transformado en un castigo y muchas horas y horas de trabajo,,, mi presentación no hubiera sido buena,, mi letra tampoco,,, mis faltas de ortografía,,, y si lo entrego así,, yo creo que mi profesor tampoco tendría en cuenta mis dificultades,,, porque nos ponen muros frente nuestro? dicen que las familias hacen que seamos diferentes yo creo que ellos son los que nos hacen diferentes nuestros profesores,, ya que me están quitando muchas oportunidades porque no me hacen las cosas bien...no entienden el TDA-H,, no entienden que no todos aprendemos de la misma forma,, y nosotros tenemos que entender que un profesor actué de diferente manera y los tenemos que aceptar,, pero ellos a nosotros no nos aceptan, ,a mi me hacen copiar normas de comportamiento normas del alumno,, pero creo que ellos también tienen unas normas a seguir con migo y no lo hacen,, sé que no estoy solo mi familia me apoya aunque el centro le digan a mi madre que me está perjudicando cuando mi madre lo único que defiende son mis derechos,, yo no quiero sentirme diferente, no quiero que me traten diferente,, solo quiero que me entiendan que yo tengo TDA-H que mi memoria no la puedo controlar,, se me olvidan cosas,, me cuesta memorizar recordar lo que hoy he estudiado mañana no me acuerdo,,, para mí es muy doloroso no tengo recompensa .

Bueno han pasado 4 días y mi profesor me ha entregado el trabajo que con tanto esfuerzo hice, la nota ha sido?
 
El trabajo se tiene que hacer a mano, eso quiere decir que no ha tenido en cuenta mi trabajo no me ha felicitado, no me ha dicho nada, mi esfuerzo ha sido nulo, y ahora lo tengo que hacer a mano?  Mi conclusión es que me da igual que me suspenda porque  yo creo que el resultado hubiera sido el mismo, el no me entiende y frente a personas que no me entienden es difícil de luchar, después de cómo me ha ido y tratado este profesor creo que no me vale la pena hacer más por el ya que el no ha hecho por mí. En tres trimestres no me ha ofrecido una triste explicación de mi libro de la diversidad, me ha humillado muchas veces frente a mis compañeros e incluso me ha encerrado en una sala gritándome y diciéndome cosas que ni yo mismo entendía lo que me decía porque me trataba y hablaba como si yo tuviera 30 años,  me ha prohibido que cuente nada de lo que él comenta o me dice en clase en casa ,pero no pasa nada, nadie ve lo que yo siento, es un profesor y yo soy un alumno con TDA-H, el despistado el que no para quieto el que contesta sin pensar, en definitiva un niño que acarrea lo que los demás no aceptan y etiquetan un niño que por lo visto tiene que ser fuerte por fuera, pero que nadie mire lo que llevo dentro por que se van a sorprender todo el daño que me está causando , el ser niño.

Esto es lo que ve una madre frente a su hijo:

Es injusto que después de lo mucho que hacemos las familias los centros escolares nos vean como unas etiquetas,, las familias somos gente que lo único que queremos es que nuestros hijos TDA-H sean tratados como se merecen que se hagan las adaptaciones si son necesarias para que el fracaso no sea evidente,, es muy injusto que seamos nosotros los que tengamos que defender una cosa tan lógica como los derechos de los niños con necesidades específicas TDA-H está dentro de este grupo y nos encontramos diariamente con muchas historias de niños de familias que buscamos lo mismo...oportunidades para nuestros hijos,, comprensión,,, y sobre todo respeto y motivación,,,, algo que des de los centros escolares lo tendrían que dar por hecho y no lo dan,,, en este camino del TDA-H nos encontramos muchas situaciones similares muchas familias que diariamente se quejan de lo mismo quiero que los centros escolares sepan que somos muchos que no estoy sola que no soy la única, que todos estamos en un mismo carro y que las familias no debemos nunca quedarnos con los brazos cruzados,,, es nuestra obligación como familias buscar lo que no nos dan,,, defender que los niños no son los que se tienen que adaptar a un sistema,, si no el sistema a los niños ,,porque no todos somos iguales … no todos aprendemos igual …. no todos necesitamos el mismo tiempo ,,,pero mi conclusión es que los centros quieren niños 10 donde aprenden casi solos y no dan ningún tipo de problemas,,, que aburrimiento para un docente que todos fueran iguales,, no?? yo creo que un profesor debería tener metas para cada uno de nuestros chicos,, un pasito de un afectado TDA-H es una recompensa para el profesor que ha hecho la faena bien,,, pero noooo,,,, ellos no lo ven de la misma manera,,, ellos ven la faena que dan y mi conclusión es que damos vueltas y vueltas y no llegamos al destino que nos merecemos un destino llamado COMPRENSIÓN.

Olga Urraca Castro

domingo, 19 de enero de 2014

7 formas de manejar la actitud desafiante de tus hijos

Cuando tu hijo te mira fijamente a los ojos y te dice: "No, no voy a hacerlo", "Te odio" o "No puedes obligarme", sientes que te está desafiando y no sabes cómo actuar. Tranquila, no eres la única. No obstante, puedes llevar mejor este comportamiento incómodo si tratas de que la relación con tu hijo se base en la motivación más que en las consecuencias negativas y en el castigo. Aquí tienes siete estrategias que te ayudarán a no desmoronarte cuando tengas que enfrentarte a un comportamiento desafiante por parte de tus hijos. 

 1. No te lo tomes de forma personal 
Cuando tu hijo se niega a desayunar, no lo hace con la intención de frustrarte. Cuando la niña no quiere subirse al coche, no lo hace para molestarte. Un comportamiento desafiante y fuera de lugar es la señal de que tu hijo se siente desconectado. Los niños que se portan mal no lo hacen para conseguir tu atención. Lo hacen porque necesitan atención y mantener la conexión contigo. Enfadarte es lo peor que puedes hacer en ese momento. 

2. Piensa en el motivo de su reacción 
 Imagina que un día te levantas y, antes de que puedas desperezarte, alguien te dice lo que tienes que hacer. Te dicen lo que tienes que ponerte, lo que tienes que comer, a la hora a la que deber salir de casa, y así sucesivamente. No digo que haya que dejar que los niños tomen las riendas, pero si intentas ponerte en su lugar, con su casi inexistente autonomía, quizás entiendes su deseo de poder, aunque sea poder para desafiar. 

3. Habla contigo misma  
No hay mejor manera para tranquilizarse que hablar con uno mismo. Para asimilar que no es un ataque personal contra ti, tendrás que hablar con tu yo interno y dilucidar qué es lo que está ocurriendo. Esto significa que cuando el niño empieza con su "No quiero vestiiiirme" y tu primera reacción es "¡NO ME IMPORTA! ¡VÍSTETE AHORA MISMO!", podrías guardarte eso para ti en vez de exteriorizarlo, y decirte a ti misma: "Respira hondo. El niño se niega a vestirse y yo lo que quiero es chillar, pero puedo tranquilizarme". Si te dices a ti misma que no quieres comenzar una discusión, te convencerás para reaccionar de forma más efectiva. 

4. Reflexiona en voz alta sobre los sentimientos del niño, muestra que los tienes en cuenta 
Deja que el niño exprese sus quejas, tómatelas con calma y háblale con dulzura. (Sí, se supone que esto es posible si antes has tenido una conversación contigo misma). Inténtalo con algo así: "Ya sé que no te quieres bajar del coche. Ya veo cómo te agarras al asiento y quizás estás pensando que no te vas a bajar del coche por nada del mundo". Así, haces un pausa en mitad de la espiral de enfado en la que os habíais metido. Cuando pronuncias en voz alta (y tranquila) qué es lo que sucede, cuál es el problema, tu hijo se siente reconocido. Y como no te estás implicando en ningún tipo de lucha por el poder, no hay ni autoridad ni control contra la que el niño pueda reaccionar. 

5. Párale los pies solo cuando se ponga agresivo 
Me refiero a que cuando tu hijo pierde completamente los nervios no hay forma de hacerle entrar en razón. Si se pone tonto por algo, mantén la calma y déjale hasta que se tranquilice. Eso sí, si empieza a dar golpes, sujétale los brazos y dile "eso no te lo consiento". Si contraataca y se pone a gritar "te odio, eres la peor madre del mundo", no tengas en cuenta sus palabras. Al menos ha pasado de expresar de forma muy inapropiada su agobio y su enfado (mediante golpes) a otro modo un poco más civilizado (ponerse a gritar). No lo hagas más difícil. Demuestra que tu corteza prefrontal está completamente desarrollada. Tú puedes. 

6. Ten una opinión positiva de tu hijo 
Considera que criar a unos individuos respetuosos, amables y productivos forma parte de una maratón, no de un sprint. Este es otro momento perfecto para que tengas una conversación contigo misma: "Mi hijo es pequeño y todavía está aprendiendo. Su cerebro aún no está desarrollado del todo y necesita que le guíe con cuidado". Confía en él para las cosas del día a día. Quizás se empeña en no salir de casa a una hora concreta, pero probablemente no tenga problema en hacerlo diez minutos más tarde. Piensa que al final te hará caso. 

7. Utiliza el humor y los juegos de poder 
El humor, si se usa de manera sabia, es una herramienta muy valiosa. Te sugiero que emplees un tono gracioso evitando el sarcasmo y la burla. Si tu hijo se resiste a lavarse los dientes, puedes decir: "Mmm, pues si cierras la boca, me imagino que es porque prefieres cepillarte la nariz y los oídos en su lugar". Ríete y ellos se reirán... y después de las risitas, serán obedientes. Los juegos de poder consisten en dejar que el niño se quede con el rol del poderoso. Tumbar a Papá es uno de nuestros juegos favoritos. Sé que cuando las cosas se van de las manos, resulta difícil (muy difícil) mantener el control y la calma en vez de reaccionar mal, pero recuerda que tus hijos se fijan en tus gestos y los imitan. Estos consejos te ayudarán a no perder los nervios; pronto verás los resultados: mejorará la relación con tus hijos así como su comportamiento. 

Sarah MacLaughlin, LSW Trabajadora social y educadora de padres